¿El porteo es una herramienta o es amor?
El porteo no se detiene: la historia de una mamá que descubrió su poder en los momentos más difíciles
Hoy quiero compartir contigo algo muy especial: el testimonio de una mamá que ha hecho del porteo un aliado incondicional en su vida, incluso en circunstancias que jamás imaginó.
Esta historia me toca especialmente porque refleja cómo el porteo no es solo una forma de llevar a tu bebé, sino una herramienta que puede transformar la manera en que enfrentas los desafíos del día a día.
Sabes que tengo la suerte de haber acompañado a muchas familias en su camino con el porteo.
He visto cómo tú y otras mamás os enamoráis de esta práctica, cómo descubrís nuevos lazos con vuestros peques y cómo encontráis soluciones prácticas para vuestro día a día.
Pero esta historia que te traigo hoy es de esas que no se olvidan, porque muestra una faceta del porteo que quizá no conocías.

El inicio de una historia de amor con el porteo
Esta mamá, a la que llamaré Laura para preservar su privacidad, llegó a mi tienda hace unos años buscando su primer portabebé. Estaba embarazada de su primer hijo y, como tú, quería algo que le permitiera tener cerca a su bebé de una manera cómoda y segura. Eligió un fular elástico que le habían regalado, y desde entonces quedó completamente enganchada.
Con el tiempo, Laura amplió su colección de portabebés: una bandolera para los días de verano, un fular tejido para cuando su peque creció, y más adelante, una mochila ergonómica para esos momentos en los que necesitaba rapidez y practicidad.
“Portear, para mí, siempre ha sido una delicia”, me confesó hace poco. “No solo porque me ha permitido tener a mis hijos cerquita, sino porque ha cambiado mi forma de relacionarme con ellos, de entender sus necesidades y de darles todo lo que necesitan mientras sigo con mi vida”.
En definitiva: Porteo y vínculo con tu bebé es algo que todas que hemos porteado lo encontramos gracias al portabebé ergonómico que escogemos para llevar a nuestro recién nacido.

Un giro inesperado
Todo iba sobre ruedas (nunca mejor dicho) hasta que, tras el nacimiento de su segunda hija, Laura sufrió un accidente doméstico que le cambió la rutina por completo: se resbaló y se rompió el tobillo. Los médicos fueron tajantes: nada de apoyar el pie y reposo absoluto durante al menos tres meses.
“Fue como si todo se detuviera”, me contó. “Mi marido tenía que volver al trabajo, mi hijo mayor estaba atravesando un inicio complicado en el cole, y yo no podía moverme. Soy una persona muy activa, y verme de repente atada a unas muletas o a una silla de ruedas me hizo sentir completamente inútil”.
Pero en medio de todo ese caos, hubo algo que no cambió: el porteo, llevar a mi niña recién nacida en la bandolera de porteo que con tanto amor e ilusión había comprado recientemente en Yo Porteo tú Porteas.
Cómo el porteo la ayudó en el momento más difícil
Aunque las circunstancias eran complicadas, Laura encontró en el porteo una herramienta que le permitió seguir conectada con su bebé y mantener parte de su rutina.
Aunque tuvo que dejar de lado el fular (por el equilibrio que requiere), las bandoleras se convirtieron en su mayor aliada.
“En la silla de ruedas puedo ponerme y quitarme la bandolera sin problemas, y llevar a mi hija conmigo mientras me llevan de un lado a otro”, me explicó. “En casa, tampoco he tenido que delegar la tarea de dormirla, porque puedo hacerlo sentada con la bandolera. Me resulta incluso divertido: me balanceo de un lado a otro mientras le canto nanas, y en menos de veinte minutos está profundamente dormida”.
Este gesto, tan sencillo en apariencia, le devolvió a Laura una sensación de control y normalidad en un momento en el que sentía que todo se desmoronaba.

El poder del porteo en situaciones adaptativas
La historia de Laura nos recuerda que el porteo no conoce límites.
Por lo que elegir portear en la crianza resulta adaptable, versátil y capaz de acompañarte en cualquier etapa o circunstancia de la vida. Desde el abrazo cálido que ofrece en los primeros días de vida hasta la comodidad que brinda cuando necesitas manos libres para atender a tus otros peques o enfrentar desafíos, el porteo siempre está ahí.
Lo que más me emociona de esta historia es cómo Laura ha sabido transformar una situación tan complicada en una oportunidad para reforzar el vínculo con su bebé.
Porque, al final, eso es lo que realmente importa: ese contacto cercano que no solo calma y consuela a tu peque, sino que también te llena a ti de amor y confianza.
Reflexión final: el porteo como herramienta de vida
El testimonio de Laura es un recordatorio de que el porteo no es solo una “moda” o una herramienta práctica para los primeros meses. Es una forma de vida que te conecta con tu bebé y te permite superar barreras que, de otra manera, parecerían insalvables.
En palabras de Laura:
“El porteo ergonómico no conoce limitaciones. Me ha permitido mantener a mis hijos cerca, incluso en los momentos más difíciles, y me ha dado la fuerza para seguir adelante. Alicia Orce, gracias por haberme enseñado hace años lo importante que puede ser esto. Ha sido un regalo que me ha ayudado más de lo que nunca imaginé”.
Espero que esta historia te inspire tanto como a mí. Si alguna vez te sientes desbordada, recuerda que el porteo ergonómico siempre puede ser tu mejor aliado, incluso en las situaciones más complicadas.
¿Te ha pasado algo parecido? ¡Me encantaría leerte en los comentarios!

Y si todavía no has encontrado el portabebé ideal para ti, pásate por mi tienda Yo Porteo Tú Porteas, donde estaré encantada de ayudarte a descubrir el que mejor se adapte a ti y a tu familia.
Como asesora de porteo cualificada también trabajo como asesora de porteo adaptado, si quieres que te ayude escríbeme.
Porteo y vínculo con tu bebé en la crianza vital para el desarrollo psíquico de tu bebé.
Aquí te paso un enlace con más información acerca de la importancia del vínculo con tu bebé por medio de portearle.