no obligar a comer

 

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 La alimentación del bebé.

¿Cuándo pueden comer jamón los bebés?

La alimentación del bebé sí, pero la gran duda ¿Cómo empezamos a complementar la lactancia materna o de biberón?

Si hay un producto más relacionado con la gastronomía española, ese es el jamón.

Alrededor de 3,56kg de jamón son consumidos por un español a lo largo de todo un año.

Por ello, no es de extrañar que sea un producto tan presente en nuestras dietas y que acostumbremos a comerlo desde bien pequeños.

Sin embargo, si atendemos a las recomendaciones pediátricas y nutricionistas ¿a qué edad es recomendable que coman jamón los bebés?

Como padres esta es una pregunta que nos hacemos a menudo, a la cual, dependiendo de los métodos de crianza y las opiniones de algunos padres, la respuesta puede variar.

Sin embargo, en estos casos, lo recomendable y aconsejable es guiarnos siempre por las indicaciones de profesionales de la medicina y nutrición infantil.

A continuación os damos todos los detalles sobre la edad adecuada para que los bebés coman jamón.

 

¿En la alimentación del bebé, a partir de cuándo pueden comer jamón los bebés?

Si bien es cierto que, la leche materna es el mejor alimento para los bebés, tanto la OMS como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), recomiendan la lactancia materna durante los 6 primeros meses de vida de los bebés, a partir de los siete meses de vida de un bebé es cuando comenzamos a introducir alimentos sólidos en las dietas de éstos, manteniendo la lactancia materna hasta los 2 años (o hasta que madre y niño lo decidan).

Como por ejemplo las papillas de frutas y verduras y carnes blancas. De esta forma, se facilitan los niveles de desarrollo y de salud adecuados para nuestros hijos, protegiéndolos frente a alergias, infecciones…

 

Durante el proceso de diversificación alimentaria debemos ir añadiendo alimentos de forma progresiva y lenta (siempre observando su tolerancia), en función del desarrollo psicomotor y el interés por los nuevos sabores de nuestros pequeños.

Por ello, desde los 10 meses podrás introducir en la dieta de tu pequeño alimentos como el huevo.

Sin embargo, alimentos cárnicos como el jamón, lo mejor es esperar a que tengan un año para introducirlo en sus dietas.

Cuando lo hagamos, es fundamental que sea en cortes de lonchas muy finas y desmenuzadas para que pueda comerlo sin problemas o riesgos de atragantamiento, al tiempo que disfruta del sabor y sus nutrientes.

De todos los tipos de jamones que hay en el mercado, el más aconsejable para darle a los bebés es el jamón serrano. Este cuenta con menos sal y grasas que el ibérico. Eso sí, debemos darle este alimento de forma moderada

 

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los bebés debe ir aprendiendo a comer poco a poco

¿Cuáles son los beneficios del jamón para los bebés?

Lo primero de todo, debemos diferenciar entre jamón serrano o ibérico y jamón cocido.

Tanto el jamón serrano como el jamón ibérico tienen altos valores nutricionales para los niños y los bebés muy importantes para su crecimiento y desarrollo.

Gracias a el jamón serrano, conseguimos aportar a nuestros hijos grandes dosis de minerales como el zinc y el hierro, proteínas y vitaminas del tipo B. En cuanto al jamón ibérico, este contiene menos grasas y mayor concentración de proteínas, aunque contiene más sal.

Por último, el jamón cocido o jamón york, como muchos lo conocemos, contiene muchos azúcares, por lo que es mejor esperar para dárselo a tu bebé.

 

Para acabar, algo a tener muy en cuenta es la calidad del jamón que le demos a nuestros bebés.

No vale cualquier producto, sin contrastar procedencia o elaboración. Por ello, nosotros te recomendamos comprar productos de confianza, como las marcas de jamones de la tienda online Jamón Puro Bellota.

 Si tienes más dudas sobre cuándo dar a tu bebé otros alimentos, te dejamos un resumen orientativo con las edades y alimentos que puedes ir introduciendo en la alimentación de tu bebé.

 

 

Otras recomendaciones alimentarias para bebés

Cuando le preparemos las comidas a nuestros pequeños durante el proceso de diversificación alimentaria, es importante tener en cuenta los aspectos nutricionales y sensoriales como el olor, sabor, texturas… y proponerles técnicas culinarias y preparaciones diferentes.

De esta forma conseguiremos promover buenos hábitos alimentarios, potenciar la variedad gastronómica y aceptación de diferentes alimentos.

Es importante no añadir en su alimentación productos como el azúcar, la sal, la miel o los edulcorantes. Además, según el ritmo de dentición de los bebés, es recomendable chafar los alimentos en lugar de triturarlos, así como ofrecérselos a trozos pequeños o cortados.

Y ahora contadnos vuestras experiencias con la alimentación de vuestros bebés.

 

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