Baja maternal cuando termina y ¿Cómo ayuda el porteo?
Dieciséis semanas con mi bebé y ahora me toca volver.
Hay momentos en la vida que marcan un antes y un después, como la maternidad.
Algunas personas la viven con pocos cambios en su vida, que son las menos, y a algunas mujeres a las que nos cambia por completo tras el parto o incluso durante el embarazo.
Nos hemos preparado durante meses para esto, y tener ahora a ese bebé con nosotras, día y noche buscando comida y amor es algo precioso y ¡qué llena tanto! ¡es inimaginable!
Pasan los meses y mientras ves crecer a tu bebé, te llegan retazos de tu otra vida.
Esa que vivías antes yendo a trabajar, saliendo por la tarde hasta las tantas con las amigas, hablando con adultos…, hasta de esa vida que era ducharte tranquilamente y hacer algún hobby sin preocupaciones.
Y una parte de nosotras la echa de menos.
¡Aunque sea muy poquito!
Y vivimos con la dualidad de querer estar con nuestro bebé y de volver un poco a la normalidad.
Y, de repente, ya han pasado los meses de maternidad y toca volver a trabajar.
¡Ay! Si hay suerte es a media jornada, pero si nos toca pasar ocho o nueve horas fuera de casa…
Llegamos a nuestro hogar con una necesidad profunda.
La necesidad de volver a conectar, volver a vivir, a estar con nuestro bebé.
Sentimos una gran tristeza de pensar que nos necesitan y no pueden vivir sin nosotras y nosotras sin ellos.
Como un enamoramiento de esos que desgarran por dentro con la separación ¿lo has sentido alguna vez?
Y esa conexión se hace con los brazos, dándole a nuestro bebé todo el contacto posible a través de besos, abrazos y caricias.
Necesitamos sentirlo cerca quizás hasta lo mismo que nos necesitan nuestros bebés a nosotras.
Y cuando los brazos se quejan pero la necesidad de contacto por parte de ambos aún no se ha saciado…
Baja maternal y porteo
Ahí entra nuestra querida herramienta del porteo ergonómico.
Una bandolera de porteo rápida a los hombros para dejar esos brazos libres de peso pero llenos de amor que puedan seguir abrazando y meciendo durante horas, sin cargar tus músculos.
Poder volver a olerte, sentir su calorcito y esa cara de felicidad cuando duermen plácidamente en nuestro pecho, mientras nos balanceamos acariciando la mochila de porteo, pensando en ¡cuánto le queremos!
Porque después de un duro día de trabajo nada llena más que estar en contacto con lo que más quieres.
Deja que sea el porteo el que aguante el peso de tu amor mientras tú lo disfrutas y se recuperan esas horas de separación y le dices «Te amo»
Vuelta al trabajo y portear bien
Déjame ayudarte a disfrutar aún más de esa conexión.
Cuando no estemos las personas que cuiden a nuestro chiquitín les ayudará mucho la herramienta del porteo ergonómico para calmarles.
¿Has vuelto al trabajo?
Cuéntame estaré encantada de saber si porteaste si te ayudo con la separación.